El Capricho podría ser el titulo de un documental sobre la situación y la administración que viven algunos parques griegos. En realidad, sin embargo, el parque El Capricho es un jardín histórico y artístico de Madrid, que se extiende sobre un área de 14 hectáreas en el barrio de Alameda de Osuna en la zona de Barajas, al noreste del centro de la capital española. Fue creado por la duquesa de Osuna, entre 1787 y 1839, para realizar un deseo particular: un jardín privado que recuerda a los lugares temáticos donde los duques podían entretener y realizar sus fantasías del siglo XVIII.1
El
jardín ofrece tres estilos diferentes: el
parterre o el jardín
francés, el paisaje inglés y el “giardino” italiano. Εn
este hábitat suburbano artistas como el compositor
Boccherini o el pintor Goya han
trabajado
en sus
espacios
donde, por ejemplo, Goya pintó las pinturas "El Columbio"
y "La pradera de San Isidro".
Es un jardín que
se destaca en referencias en inglés, francés e italiano desde el
momento en que fue creado. Informes que reflejan las influencias
artísticas de sus diseñadores, ya que es el único jardín
romántico de Madrid con importantes características culturales y de
jardinería como laberintos de arbustos, arroyos y lagos donde viven
cisnes, patos y otros animales.
El
elemento del laberinto en El Capricho es prominente y juega un papel
principal.
Encontramos esquemas laberínticos en diversas
culturas y religiones desde épocas prehistóricas. En la Antigüedad
representa la casa de Dédalo y se identifica con el mito de Teseo y
el Minotauro. A partir del siglo XV aparece como motivo ornamental en
jardinería, aunque aún con un fuerte carácter simbólico. Para
algunos pensadores el Laberinto simboliza el inconsciente, el error y
el alejamiento de la fuente de la vida, mientras que para otros
servía
para defender el acceso inicial a la sacralidad, la inmortalidad y la
realidad absoluta.
El
laberinto de “Εl
Capricho” reproduce el carácter
estético, ornamental del momento y responde al ritmo romántico que
está presente en todo el jardín. Se volvió a plantar en el año
1987 siendo fieles al diseño original de 1870, se ha creado con
laurel (Laurus
nobilis L.),
arbusto perenne de color verde oscuro, idóneo para la formación de
setos altos. El recorrido mínimo hasta el centro es de 370 metros y
de 319 m. para salir de él.
En
la época en que se creó el jardín, el flujo cultural del
romanticismo
surgió en Europa, con claras influencias en el motivo de la
jardinería. El adjetivo "romántico", como la palabra
"romanticismo", nacido en Inglaterra, originalmente declaró
un paisaje idílico y pintoresco, cuya vista tocó al observador.
Pronto, toda una "escuela" estética en Alemania hacia
referencia constante al estilo
"romántico". Rechazando la estética clásica (incluida la
que prevalece en Francia), predicando un retorno a las raíces de las
culturas nacionales europeas, que reinventaría así su pureza
original, es decir, que tenían en la Edad Media cristiana. Poco a
poco, las controversias tomaron una forma específica: lo
arcaico,
idólatra y
el
clasicismo
del sur de Europa fueron
desplazados
por el romanticismo
medieval del norte de Europa.2
El
parque
esconde un secreto más: su famoso búnker de la Posición Jaca, un
enclave de la Guerra Civil único en Europa
por
su estado actual de conservación que alojó el Cuartel General del
Ejército Republicano del Centro. El refugio - de 2.000 metros
cuadrados, situado a 15 metros bajo tierra y capaz de resistir bombas
de hasta 100 kilos - fue construido en el parque alrededor de 1937,
aprovechando su situación lejana
al frente de guerra, sus buenas comunicaciones y el arbolado propicio
para el camuflaje.3
Tras
décadas de abandono, en 1974 fue comprado por el Ayuntamiento de
Madrid y en 1985 fue declarado Bien de Interés Cultural. Desde 2005,
se han celebrado las temporadas de primavera, verano y otoño, con
conciertos, teatro y danza. A
partir de
mayo de 2016, también se puede visitar el sitio que fue la oficina
central del Ejército Demócrata en Madrid durante la Guerra Civil.
Con
solo un paseo por el jardín, es fácil ver la buena organización y
gestión de sus servicios, mientras que impresiona positivamenete
la gran cantidad de pintores. También hay visitas guiadas históricas
y medioambientales, seminarios de arte para niños, jóvenes y
mayores, jardineros
que
cuidan las plantas,
eventos sociales y muchos visitantes de todas las edades. Es una
célula viva de la historia y la recreación, con vida más de dos
siglos, muchas visitas y orgullo de los madrileños y no solo de
ellos.
El
parque “El Capricho” es accesible a personas con movilidad
reducida en las partes principales del mismo.
En
octubre de 2017 y
diciembre de 2018,
cuando visité el parque
de El Capricho, me quedé con la imagen que
como ecosistema
es un buen ejemplo de cómo una autoridad
municipal
puede gestionar un bien de interés público en beneficio de la
sociedad. La puntualidad de tal gestión hoy en día es muy
importante, ya que es cierto que el romanticismo
es tiempo
pasado.
En
los nuestros tiempos,
se está fortaleciendo la filosofia
política sobre la relación existencial de la especie humana con la
viabilidad del planeta tierra en relación
con la revolución tecnológica, el calentamiento global y la
emergencia
climática.
La
forma que un parque puede jugar un papel importante y
actuar como un trampolín para mejorar los estándares de vida, como
un lugar para integrar las relaciones sociales y el contacto con la
naturaleza, como un laboratorio social que promueve la educación y
el entretenimiento de sus usuarios, con énfasis en arte y cultura,
deporte y protección del medio ambiente, auto-gestión de la tierra
y el ocio. Espacios públicos como
bienes comunes, donde las
personas
pueden ser entrenadas
diariamente para percibir el significado de las heridas que causamos
como especie en el planeta.
El
Capricho es uno de estos parques históricos que funcionan como
ecosistemas en los cuales los roles humanos pueden actualizarse para
proteger
el medio ambiente y los recursos naturales, mediante el derrocamiento
de teorías del pasado que explican los recursos mencionados
anteriormente como un factor de producción y
solo
esto.
Funciona
como respuesta
a
la pregunta crítica. ¿Que
queremos?
¿sobrevivir mediante la recolección de recursos naturales o vivir
en una relación sostenible con los ecosistemas que nos albergan?
Fuentes:
2.
Εγκυκλοπαίδεια Πάπυρος Larousse
Britannica,
2007:
Ρομαντισμός, σελ. 76-81., τεύχος 45, Αθήνα.
3.
Parque
El Capricho de la Alameda de Osuna
https://www.esmadrid.com/informacion-turistica/parque-del-capricho?utm_referrer=https%3A%2F%2Fwww.google.com%2F
Para
ver más fotografías y leer el texto en otro idioma, usted puede
seguir los enlaces:
Quiero
dar las gracias a Nani Chaparro
para
las observaciones y correcciones que ha hecho en la traducción
española del texto.
Las
fotografías han sido realizadas en el
ecositema del Jardín histórico artístico El Capricho,
en
Madrid.
Fotografías y texto: © Dimitris V. Geronikos
Fotografías y texto: © Dimitris V. Geronikos
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